La fusión de Unicaja y Ceiss (Caja España-Duero) está muy tocada dos años y medio después de iniciarse. Fuentes cercanas a la operación explican que la entidad que preside Braulio Medel ha planteado nuevas exigencias al FROB -justificadas por los cambios normativos sobre los activos fiscales, las refinanciaciones y las cláusulas suelo- que complican extraordinariamente el buen fin del proyecto. De hecho, el propio Evaristo del Canto, presidente de Ceiss, se mostró muy pesimista al respecto en el consejo de la CECA celebrado la semana pasada, y el director general del FROB, Antonio Carrascosa, ha enfriado notablemente el discurso oficial al respecto. Si finalmente fracasa la fusión, Ceiss será nacionalizada y probablemente será la primera entidad liquidada de la crisis financiera. Y los antiguos tenedores de preferentes son los grandes perjudicados de todas estas vicisitudes.
El pesimismo de Del Canto fue expresado en una conversación con varios presidentes de otras cajas, en la que vino a decir que veía muy difícil que la operación se complete porque Medel cada vez pone más pegas, según varias fuentes al tanto de lo ocurrido. En cuanto a Carrascosa, el miércoles pasado dijo en un desayuno en el Ritz de Madrid que el proceso de fusión "está durando demasiado con vicisitudes diversas. Es deseable que culmine la integración, pero tenemos clara la hoja de ruta si no prospera: se convertirán en capital los 600 millones inyectados por el FROB en forma de CoCos [convertibles contingentes] y los bonos que se han entregado a los antiguos tenedores de preferentes y subordinada".
Es la primera vez que un responsable del proceso de reestructuración bancaria reconoce la posibilidad de tener que nacionalizar Ceiss, ya que hasta ahora sólo se contemplaba la opción de la fusión con Unicaja. De hecho, evitar tener que hacerse cargo de otra entidad nacionalizada ha sido el motivo para que el fondo de rescate cediera hasta ahora a todas las exigencias de Medel para salvar la fusión. Además, las fuentes consultadas aseguran que, en caso de nacionalización, el FROB no tratará de sanear y subastar la entidad castellano-leonesa (una de las que se encuentra en peor situación del sistema), sino que procedería a su resolución (liquidación), la primera desde que comenzó la crisis financiera.
Como ha venido informando El Confidencial, Medel ha impuesto cada vez más condiciones que han ido retrasando la fusión, escudándose en los sucesivos cambios regulatorios aprobados por el Gobierno y el Banco de España para el sector en su conjunto y que afectan a la operación. En mayo, había planteado cuatro, de los que dos se habían concedido (el FROB se hizo cargo del ERE de 1.230 empleados y asumió el llamado 'riesgo Sareb' -posibles diferencias de valoración de los activos traspasados en contra de Ceiss- entre 40 y 240 millones), una fue rechazada (rebajar el tipo de interés de los CoCos) y la más importante sigue pendiente: Unicaja exige que al proceso de canje de preferentes de Ceiss acudan suficientes afectados como para obtener una capitalización de 1.250 millones o que el Estado le otorgue algún tipo de garantía si no se llega a esa cifra.
Evaristo del Canto y Braulio Medel (EFE)Esta última condición, la madre del cordero de toda la operación, se justifica por el rechazo masivo de los antiguos tenedores de preferentes y subordinada de Ceiss -los peor tratados de todas las entidades- a asumir la quita -que ya se les ha aplicado- y a canjear sus títulos por acciones de Unicaja que no serán líquidas como mínimo hasta 2015 con una salida a bolsa, sino que pretenden demandar en masa a la entidad. Y Unicaja quiere cubrirse las espaldas ante esa probable deserción en el canje. El problema es que el famoso MoU (Memorándum de Entendimiento con las autoridades europeas) no contempla esta opción, por lo que el Banco de España está negociando con Bruselas una fórmula para poder conceder las garantías solicitadas por la caja malagueña.
Las nuevas condiciones de Unicaja
Y mientras ese nudo gordiano sigue sin resolverse, Medel ha planteado nuevas condiciones relacionadas con los principales cambios regulatorios que ha vivido el sector en 2013. En primer lugar, están los activos fiscales, que deben restarse del capital según Basilea III; para evitarlo, el Gobierno está negociando con Bruselas fórmulas que le permitan salvar la mayor parte de los 51.000 millones que tienen nuestras entidades en estos activos procedentes de provisiones y pérdidas de años anteriores, principalmente. Ceiss cuenta con más de 1.000 millones en su balance y Unicaja quiere tener la certeza de qué cantidad va a poder aprovechar y qué impacto va a tener en su capital.
La caja malagueña seguirá peleando con el Gobierno para sacarlo adelante con sus nuevas condiciones. Y no descartan que Medel se salga con la suyaEn segundo lugar, aparece la reclasificación de los créditos refinanciados impuesta por el Banco de España con el consiguiente aumento de las provisiones, además con unos criterios muy estrictos. Esta medida también provocará mayores pérdidas a Ceiss y supondrá necesidades adicionales de capital para cubrirlas que Medel quiere tener tasadas. En tercer lugar, se encuentra la eliminación de las cláusulas suelo que todo el mundo da por hecho que tendrá que asumir el conjunto del sector, aunque no haya sido condenado directamente. Ceiss tiene más de 2.000 millones en este tipo de hipotecas, con lo que su eliminación también supondrá un aporte adicional de recursos propios.
La fusión, en la cuerda floja
"El Gobierno se saca un conejo de la chistera cada dos por tres y, aunque es verdad que afecta a todos los bancos, también tiene un importante impacto económico en las proyecciones de la fusión", explican las fuentes cercanas a la operación. En este sentido, aseguran que en Unicaja se consideran "maltratados" en el proceso de reestructuración porque les ponen muchas pegas para cualquier petición mientras que el Ejecutivo ha dado ayudas estratosféricas a los compradores de entidades como Banco de Valencia (Caixa), CAM (Sabadell) o CCM (Liberbank). 
"Es muy difícil que salga el proyecto en la situación actual", concluyen estas fuentes. No obstante, aseguran que la caja malagueña seguirá peleando con el Gobierno para sacarlo adelante con sus nuevas condiciones. Y no descartan que Medel se salga con la suya puesto que el ejecutivo no desea bajo ningún concepto tener que nacionalizar y liquidar Ceiss, y menos con el escrutinio constante de la troika, que la semana pasada realizó un nuevo examen a nuestro sector financiero.
Fuente: El Confidencial