martes, 15 de octubre de 2013

El coste (no económico) de las preferentes

Un 30% de los afectados recibe tratamiento psicológico, pero la mayoría se automedica y sufre en silencio. 

Los abogados comienzan a incluir en sus demandas el daño emocional que padecen los ahorradores.

maría j. muñiz | león 13/10/2013

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No entienden cómo se han visto envueltos en una situación que ha cambiado drásticamente su estabilidad económica, no consiguen asimilar el engaño y la incertidumbre a los que les condenan las instituciones que debían protegerles, no dan crédito a los permanentes intentos de hacerles asumir la culpabilidad de una decisión que saben que no han tomado nunca. Una situación de tristeza y aturdimiento que sobre todo en el caso de las personas mayores, la gran parte de las afectadas, les lleva a no entender en general el mundo que les rodea, en el que ya nada parece suficientemente fiable.
El resultado son estados depresivos y de ansiedad, alteración de comportamiento con la pareja y la familia, conversaciones obsesivas, bloqueo emocional general. Y una somatización de su angustia que les lleva a padecer insomnio, trastornos digestivos, alteraciones de la tensión arterial, taquicardias,...
Desajustes emocionales
Un cuadro de «desajustes personales y emocionales» que cada vez es más frecuente entre quienes compraron participaciones preferentes y deuda subordinada de las cajas de ahorro, personas que en su mayor parte confiaron los ahorros de toda una vida a quienes creían que no podían fallarles, y que hoy en el mejor de los casos no saben cómo recomponer un futuro que amenaza con privarles de aquello por lo que han luchado siempre. En las situaciones más graves, la «desaparición» del ahorro les impide llegar a fin de mes o hacer frente a sus necesidades más urgentes.
Sólo en las antiguas Caja España y Caja Duero, 36.923 personas están en esta situación. El colectivo se multiplica vertiginosamente si se amplía al conjunto de las que fueron cajas de ahorro, en la provincia con mayor incidencia, además de Ceiss, las hoy nacionalizadas Bankia y Caixa Galicia.
Alrededor de un 30% de ellas recibe actualmente tratamiento psicológico, pero la práctica totalidad padece alteraciones de las emociones y el comportamiento, y un número muy elevado de ellos se automedica, hasta el punto de que el consumo de tranquilizantes, ansiolíticos y pastillas para dormir se ha disparado.
Lo confirma José Luis Diez Raigada, uno de los psicólogos que no sólo atiende a pacientes afectados por las preferentes en su consulta, sino que participa en las reuniones para concienciar y atender a los ahorradores a través de las plataformas constituidas. «No tienen que tragarse ellos solos la situación, deben acudir a profesionales». No es sólo una cuestión de recibir las terapias adecuadas, que es lo más importante, sino «a veces simplemente de tener la sensación de que alguien les escucha. Porque quien tiene que hacerlo en primer lugar, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España, les han dado la espalda. Las instituciones practican con ellos el ‘vuelva usted mañana’».
«Todas las personas que viven esta situación sufren una alteración de su comportamiento, son personas engañadas, a las que se han cambiado las reglas del juego a mitad de la partida y que ahora descubren que lo que creían suyo ya no lo es». La reación de un peligroso combinado de «estrés, sorpresa y angustia». Que se agrava en quienes ya padecían algún antecedente o una predisposición depresiva.
Pero no sólo en ellos. «La tristeza invade a todos, sus pensamientos sus emociones, su relación con la familia y los amigos. Porque les han hecho polvo la vida, les han machacado».
En casos más graves la alteración de la conducta ha llevado a algunos afectados a agredir físicamente a quienes colocaron sus ahorros en productos híbridos que hoy valen mucho menos de lo invertido. Aunque no hay constancia de casos por este conflicto en León, las tentaciones suicidas no son ajenas a la angustia de algunas personas.
La mayor parte de los afectados tiene más de 60 años, y «no es lo mismo recibir una bofetada con 30 años que con 80». La desorientación se extiende a todas las facetas de su vida. «No entienden lo que les pasa y no saben cómo resolverlo. ¿En quién pueden confiar, si los bancos y los políticos les han dado la espalda? Y encima les llaman tontos, porque no lo entienden».
Díez Raigada alerta sobre el «completo bloqueo» que padecen las personas que acuden a las consultas: «Se automedican, sus familias no les aguantan más, repiten obsesivamente un argumento que se convierte en el monotema de sus conversaciones,... Están bloqueados y desesperados, rumiando constantemente lo que les han hecho, que no puede ser,...»
Reclamaciones judiciales
Un daño «colateral» a los afectados que muchos abogados ya están incluyendo en las demandas contra las entidades financieras, y del que están tomando conciencia también las plataformas de afectados. «Hay un daño económico, pero emocionalmente están destrozados. Y hay informes sobre estas situaciones».
Díez Raigada acudirá el miércoles a la asamblea que la plataforma de afectados organiza en Ponferrada, en la Biblioteca Pública, para dar su visión y su apoyo sobre este conflicto, que va mucho más allá de lo económico. Y lamenta «también falta el sentido común en la sociedad, la fuerza para pelear por lo justo aunque no nos haya tocado a nosotros».

Fuente: Diario de León

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