miércoles, 4 de diciembre de 2013

BUSQUE, COMPARE Y, SI ENCUENTRA ALGO PEOR, ES EL FROB

Comparen la solución y las condiciones de canje ofrecidas a los preferentistas de CaixaBank con las que nos ofrecen a nosotros (y luego piensen en el señor Medel y en el señor Carrascosa, pero sin acritud).
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Pueden solicitar su canje por acciones desde el próximo viernes 13

Los 170.000 exdueños de preferentes de CaixaBank ya ganan dinero


Sede de CaixaBank en Barcelona.
REUTERS
Hace dos años que los dueños de preferentes de La Caixa por unos 5.000 millones de euros vendidas en 1999, 2000 y 2009 recibieron, a cambio de sus participaciones, bonos convertibles en acciones de CaixaBank y deuda subordinada con vencimiento en 2022 que paga el 4% o el 5%.
El precio de canje, eso sí, quedó fijado en 3,862 euros por acción, por encima de los alrededor de 3,3 euros a los que el banco cotizaba en febrero de 2012. La deuda subordinada, por su parte, marcaba un precio con un descuento respecto a su valor nominal de entre el 17% y el 23%.
La oferta fue secundada mayoritariamente por los preferentistas. Dueños con el 99,5% de los títulos aceptaron la propuesta, pese a que convertir en efectivo los instrumentos que les entregaron suponía aceptar pérdidas respecto a su inversión inicial.
Las condiciones iniciales preveían la metamorfosis del 50% del importe de los convertibles en junio del año pasado y el otro 50% a finales del pasado junio. Sin embargo, a la vista de la evolución de la acción de CaixaBank, que llegó a marcar un mínimo en 1,81 euros en mayo de 2012, la entidad modificó las condiciones del canje. Así, elevó el rendimiento de los bonos convertibles al 7% anual desde el 6,5% anterior, suprimió la primera conversión y además amplió el canje definitivo a junio de 2015.
Ahora, los alrededor de 170.000 inversores que acudieron al canje de preferentes de La Caixa, ejecutado en febrero de 2012, pueden solicitar la metamorfosis de sus bonos convertibles a partir del próximo 13 de diciembre y hasta el día 28.
La buena noticia es que el precio de canje de los convertibles ha ido reduciéndose hasta los 3,65 euros por acción, en línea con la cotización de la entidad que preside Isidro Fainé, que ayer concluyó a 3,6420 euros por título.
Los bonos subordinados, igualmente, cotizan en torno al 100%de su precio nominal, según los datos de Send, el mercado de renta fija para particulares propiedad de BME.
Los que pagan el 4% anual cerraron ayer al 99,8% –la pérdida respecto a su valor teórico es de tan solo un 0,02%– y los que abonan el 5% finalizaron al 105,5%, con lo que sus dueños ganarían un 5,5% frente al importe inicial.
A los dueños de las preferentes se les entregó el 30% de su inversión en preferentes en bonos convertibles en acciones y el restante 70%, en deuda al 4% o al 5%, en función de la antigüedad de la emisión de preferentes.
Al hecho de que los dueños pueden recuperar dinero o incluso ganarlo respecto a su inversión inicial, hay que sumar las remuneraciones que se han embolsado. Sin tener en cuenta lo cobrado desde la emisión de las preferentes, la rentabilidad media se sitúa en el 5,25% anual que han ingresado durante los dos últimos ejercicios.
Los clientes, eso sí, siempre pueden quedarse con los convertibles hasta su vencimiento y disfrutar así del 7% anual. Las ventanas de conversión son semestrales y en cualquier caso siempre pueden obtener liquidez si van al mercado secundario. La última cotización de los convertibles era del 101,55%. Eso sí, mantener estos títulos implica, en última instancia, invertir en acciones de CaixaBank.
Si el objetivo de canjear no es obtener liquidez –con la ventade las acciones en cuanto se reciban–, sino mantener en cartera los títulos de CaixaBank, los expertos recomiendan quedarse con los los bonos. Y es que en los últimos tiempos el banco siempre ha remunerado a sus accionistas a través de la fórmula del scrip dividend, que implica una ampliación de capital liberada y una bajada del precio de conversión de los bonos para ajustarlo de acuerdo a los nuevos títulos que lleguen al mercado. Si se canjean los bonos, los dueños no disfrutarían de esa rebaja del precio de los convertibles y en cambio sí sufrirían, si optan por el efectivo, la dilución de las acciones convertidas.

Fuente: Cinco Días

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