Unicaja negocia fondos por los juicios de preferentes para aprobar la integración
Braulio Medel y Evaristo del Canto, presidente de Unicaja Banco y Banco Ceiss.lostau
Unicaja analiza los datos sobre la respuesta de su oferta al canje para hacerse con Ceiss mientras ultima la negociación con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para que concrete su compromiso de asumir el coste de las demandas que den la razón a los preferentistas que reclamen su inversión a Caja España-Duero. Un coste que el fondo calcula en unos 200 millones de euros, que la entidad malagueña no parece dispuesta a asumir; menos después de que la respuesta de los minoristas a su oferta dejara el canje en un 61% del capital de Ceiss, lejos del 75% que se había fijado como objetivo.
El FROB ha reiterado en las últimas semanas que no contempla otra opción que la integración, pero deberá vencer las reticencias de la Comisión Europea a destinar más fondos públicos al que se ha convertido en el proceso más largo de la reestructuración del sistema financiero. Y al que ha destinado ya 1.129 millones de euros (525 del FROB 1 y 604 del rescate europeo).
La entidad malagueña pretende dejar fuera de sus cuentas el coste de las reclamaciones de los preferentistas que no han aceptado su canje, y por tanto acudirán a los tribunales. Son la mitad de los ahorradores que firmaron los productos híbridos, pero representan un 57% del capital convertido hoy en bonos. Es decir, reclaman al banco unos 450 millones de euros. Que en caso de que la justicia les diera la razón deberán ser abonados por la entidad resultante de la absorción.
Braulio Medel aprovecha hasta el último momento la negociación frente a la voluntad del Gobierno de no hacer frente a un nuevo proceso de nacionalización, y que le ha llevado desde abril de 2011 a conseguir garantías para salvaguardar sus cuentas de cualquier daño que le traiga Ceiss.
En marzo de 2012 consiguió que a las ayudas públicas a las antiguas cajas de Castilla y León se sumara una línea de crédito de libre disponibilidad, en total una aportación que podía llegar a los 2.000 millones de euros. El test de Oliver Wyman determinó que Ceiss necesitaba reforzar su capital para salir adelante individualmente, pero no con la integración en Unicaja. Entonces Medel negoció que se le traspasara una entidad saneada, con capital público y sus activos tóxicos traspasados a la Sareb.
Cuando la Comisión Europea decidió resolver Ceiss a través de la nacionalización y posterior subasta, el presidente de Unicaja logró del FROB el compromiso de hacerse cargo del coste del plan social, que supone la reducción de la plantilla en 1.230 personas; así como que asumiera el «riesgo Sareb».
La gran preocupación de Medel en los últimos meses se ha centrado en librarse del coste de las reclamaciones de los preferentistas.
Fuente: Diario de León
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