lunes, 17 de febrero de 2014

EL AGUJERO DE LAS CAJAS

ESCÁNDALOS FINANCIEROS

La ‘costa del ladrillo’ de la Caja

El 16% de los activos inmobiliarios tóxicos que Banco Ceiss remitió al ‘banco malo’ están en Málaga y Valencia

  • La ‘costa del ladrillo’ de la Caja -
    La ‘costa del ladrillo’ de la Caja -

F. RAMOS | Valladolid 17/02/2014
El Gobierno creó la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), lo que coloquialmente se dio en llamar como ‘banco malo’, para que asumiera todos aquellos activos inmobiliarios tóxicos que aumentaban la cuenta de morosidad de las cajas de ahorro.
Y ahí se lanzaron todas las cajas para liberar de sus arcas unos pasivos que les llenaban de números rojos sus cuentas de resultados. Operaciones de descarga, que fueron obligadas para cerrar los procesos de fusión, integración, compra y nacionalización, los menos, en que acabaron las desaparecidas cajas de ahorro.
En esas está, precisamente, el hoy banco de Caja España-Duero (Ceiss) que, como último paso para dar por finalizada su operación de fusión con Unicaja, acaba de ajustar su contrato de transmisión de activos con la Sareb.
Los datos que publica la propia entidad en su página web dejan bien a las claras que las ya extintas Caja España y Caja Duero tenían su propia ‘costa del ladrillo’. El 16% de todos los productos inmobiliarios considerados tóxicos, impagados, que tenían ambas entidades están ubicados en Málaga y en la costa de Valencia.
Es más, la provincia malagueña es con 425 inmuebles la cuarta del país, tras Valladolid (778), Madrid (528) y Toledo (448), con mayor número activos inmobiliarios impagados. Toda una demostración de cómo las anteriores direcciones, presididas por Santos Llamas, en el caso de Caja España, y Julio Fermoso, en Caja Duero, se lanzaron al ‘boom’ urbanístico de la costa española y fueron atrapadas por la crisis ecónomica y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Causa fundamental del aumento de la morosidad en las entidades y de su posterior declive, que a la mayoría las ha llevado a la desaparición.
Llama especialmente la atención el hecho de que las dos cajas tuvieran inversiones inmobiliarias, que la crisis y el tiempo reflejaron después como de riesgo, en prácticamente todo el territorio nacional.
Con casos tan llamativos como los de Valencia y Castellón, que en tre las dos provincias suman 136 inmuebles que ahora ya están en manos de ese ‘banco malo’, que tuvo que ‘comerse’ todo aquello que ya no digería el mercado. Pero los de Castellón, Valencia o Málaga no son los únicos lugares de la costa en los que las mentes pensantes de las antiguas cajas de León y de Salamanca decidieron invertir el dinero de los ahorradores. Almería (161), Cádiz (113) y Huelva (75) son otros ejemplos claros de mala inversión.
El 19%, en la costa
Los datos son concluyentes. De las 4.768 viviendas, locales comerciales, suelo, garajes y naves que se mandaron a la Sareb, el 19% del total, 910, están situadas en estas seis zonas de costa.
Un porcentaje que no supone ni siquiera 20 puntos menos del peso que Castilla y León, territorio geográfico principal de operaciones de ambas entidades, tiene en el global de los casi 4.800 inmuebles remitidos al ‘banco malo’.

Fuente: Diario de León

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