miércoles, 23 de abril de 2014

Juzgan al Ceiss por un contrato de preferentes con dinero de un difunto

Vista para sentencia la demanda de 31.000 euros de una viuda de Bembibre y su hijo.

C. FIDALGO | PONFERRADA 23/04/2014
Emiliano A.G. había muerto en 1994, pero su dinero todavía formaba parte de una cuenta de ahorro a su nombre, el de su esposa Cristina y el de su hijo Juan José cuando diez años después, y en plena fiebre de las participaciones preferentes la antigua Caja España —hoy Banco Ceiss— colocó un contrato de 44.000 euros a sus dos herederos. A la entidad no le importó entonces que uno de los titulares de la transacción estuviera muerto y que su viuda tampoco hubiera dado su consentimiento para venderle el nuevo producto financiero a su hijo, que sólo quería meter el dinero de la comunidad de herederos sin disolver en un depósito a plazo fijo. La demanda presentada por los herederos de Emiliano, que reclaman la nulidad del contrato y la devolución de 31.000 euros tras descontar los intereses recibidos desde 2004 hasta 2012, quedó ayer vista para sentencia en el Juzgado número uno de Ponferrada.
El caso del bembibrense Emiliano A.G, que ha dejado en evidencia la falta de rigor contractual de algunas entidades a la hora de captar el dinero de sus pequeños ahorradores, se ha convertido en uno de los más singulares entre todos los relacionados con la suscripción de preferentes u obligaciones subordinadas al tratarse del dinero de un difunto. Pero presenta aspectos comunes a otras demandas. Los abogados de los demandantes, el despacho ponferradino de Esther Gutiérrez e Ignacio Diego, insistieron durante la vista oral celebrada ayer en que el único de los tres titulares de la cuenta de ahorro que firmó el contrato sólo tiene estudios primarios, no recibió información adecuada sobre el tipo de productor financiero que adquiría, y tampoco se sometió a ningún test de conveniencia, a pesar de que la normativa europea excluye de este tipo de contratos a pequeños ahorradores minoristas. Y durante el juicio, una trabajadora de la oficina que la entidad financiera tiene en Bembibre, que declaró como testigo, acabó reconociendo que la única información que recibió el personal sobre las preferentes fue una circular de no más de dos folios, insuficiente, según los letrados de los demandantes.

Fuente: Diario de León

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